En una sola linea es expresada la vida que me queda, se que es raro, la forma tan fría de decirlo, de expresarlo, pero miro atrás y echo de menos esos 11 años en los que conocí la verdadera amistad, y no a través de una persona, si no de un animal, aunque en este caso para mi era mas que eso.
El llegar a casa y no escuchar sus ladridos, llegar y llamar esperando escucharlo correr para recibirme, aullando y dando saltos de alegría, pidiéndome su galleta de la tarde, esperando detrás de la puerta para que lo sacase, esa puerta por la que salio y no volvió a entrar.
Para algunos quizás parezca estúpido pero es así, para mí fue mas que un amigo. Ahora llegó a casa y sigo esperando verle aparecer, corriendo desde la cocina, termino de almorzar y me dirijo a la puerta para sacarlo, pero ya... no está.
Y es que me esperan momentos difíciles, momentos en los que el no estará, tendré vivir para olvidar, y olvidar para vivir bien, aunque jamas caerá en el olvido ese ser que me ayudo a ser quien hoy soy.
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