Todo camino tiene su final, algunos son mas largos y otros mas cortos, pero todos tarde o temprano llegan al suyo.
Hoy, os hablo de un camino cargado de
bifurcaciones, el cual cojas la que cojas siempre acabara llevando a
un pozo del cual salir se vuelve una hazaña casi imposible sin la
ayuda de alguien.
Mi ultimo pozo se encuentra en mi interior. Un pozo repleto de serpientes que cada vez que consigo escalar un poco hacia la salida me atrapan y hacen retroceder. No encuentro modo alguno de salir, no encuentro escapatoria, incluso llegué a pensar quedarme ahí dentro, tirar la toalla y dejar que se adueñen de mi cuerpo, de mi ser. Pero no, debo luchar por mi mismo, por conseguir lo que quiero, y por no perder a quienes quiero, he de seguir hacia delante, tirar la toalla que hace de lastre y salir a la superficie, volver a ver la luz y aprender a saltar cada pozo que se cruce en mi camino. Y aunque no encuentre el final, seguir caminando, dejándome guiar por mi corazón el cual nunca falla, y terminar el sendero que guía mi vida.
Mi ultimo pozo se encuentra en mi interior. Un pozo repleto de serpientes que cada vez que consigo escalar un poco hacia la salida me atrapan y hacen retroceder. No encuentro modo alguno de salir, no encuentro escapatoria, incluso llegué a pensar quedarme ahí dentro, tirar la toalla y dejar que se adueñen de mi cuerpo, de mi ser. Pero no, debo luchar por mi mismo, por conseguir lo que quiero, y por no perder a quienes quiero, he de seguir hacia delante, tirar la toalla que hace de lastre y salir a la superficie, volver a ver la luz y aprender a saltar cada pozo que se cruce en mi camino. Y aunque no encuentre el final, seguir caminando, dejándome guiar por mi corazón el cual nunca falla, y terminar el sendero que guía mi vida.
Todo camino tiene su final, si no lo
encuentras no te desesperes y disfruta de lo que encuentres durante
el paseo.
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